Entrevista a Rosa Garrido, una de las 30 Mejores Fotógrafxs de Bodas 2019
Esta andaluza, recientemente nombrada una de las ‘30 Rising Stars of Wedding’, ya forma parte de la codiciada lista internacional de fotógrafos de boda. Rosa Garrido viaja por todo el mundo capturando sensaciones y narrando historias con su cámara. Hoy pasa por nuestro blog para contarnos la mejor de las historias que guarda: la suya.

Bienvenida Rosa, ¡y enhorabuena por este reconocimiento!
¡Muchas gracias! Para mí fue una noticia muy arrolladora. Porque, como yo no paro de trabajar, no me ha dado tiempo a sentarme y asimilar lo que me está pasando.
Cuéntanos, ¿cómo llegó a ti esta lista internacional de fotógrafos?
Pues es muy sencillo, para entrar en los ’30 Rising Stars of Wedding’ hay dos formas: la primera es que algún fotógrafo que ya sea Rising Star hable de ti a los que llevan esta revista; y la segunda es que ellos te encuentren a través de las redes sociales. A mí ellos me encontraron a través de Instagram. Entonces, este verano me pidieron una foto, con todos los datos: con qué cámara estaba hecha, con qué objetivo, en qué momento de la boda, qué tipo de luz… Y a raíz de ahí, intercambiamos correos y les pregunté que cómo podía entrar en la lista de los Rising Star. Entonces, me comentaron que la selección mía había sido a través de las redes sociales, porque habían visto mi feed de Instagram y les encantó.
¡Qué bueno!
Sí, y ahora mismo en España, solamente cinco fotógrafos tenemos este reconocimiento, y la única mujer soy yo. Es un premio internacional que se está dando desde 2012, ¡es la revista más importante del mundo de los fotógrafos! A nivel local, quien no la conozca puede decir: “mira qué bien, te han dado un premio”, pero quien lo conozca realmente sabe lo importante que es. No es un directorio que tu pagas y te colocan, yo no he pagado nada ni me he tenido que presentar, yo no les he mandado mi trabajo… Ellos te seleccionan, y a mí me han elegido.
¿Hay algún profesional de la fotografía que haya sido tu referente para llegar a formar parte de la Rising Star?
Muchos fotógrafos a los que les han dado el premio de la Rising Star antes que a mí, los sigo desde 2012 que se están otorgando estos premios. No a todos, porque hay algunos que no son mi estilo, pero la mayoría de ellos son un referente para mí. Son los que marcan las nuevas tendencias. Todos los que estamos ahí, somos los fotógrafos del futuro, los que vamos marcando tendencia.
Háblanos de ti, de tus inicios… ¿Quién es Rosa Garrido y qué ha pasado por su vida antes de recibir este reconocidísimo premio?
Bueno, ¡ha pasado de todo! Yo empiezo haciendo fotografía de moda, y en el momento que deja de funcionar esto –porque, aparece la fotografía digital y el analógico decae completamente-, muchos fotógrafos de moda nos hemos dedicado a hacer bodas. Apenas hace cuatro años, casi cinco, es el tiempo que yo llevo haciendo bodas. Pero claro, tiene un punto de moda, porque es de donde yo vengo. Ese es realmente mi estilo.
Fotos: Rosa Garrido
¿Por qué bodas? ¿Qué es lo que hace que quieras especializarte en este estilo?
Porque era lo que realmente se estaba poniendo en auge. Sinceramente, empecé sin pensar si yo iba a estar contenta, si me iba a gustar aquello… Dije: “venga, vamos a probar”. Y la verdad es que estoy absolutamente enamorada. Sobre todo me apasiona porque a mí me gusta mucho la gente. Porque, cuando a ti te gusta la fotografía pero no te gusta el público, no puedes ser buen fotógrafo de bodas. Al buen fotógrafo de bodas le tiene que gustar el público más que la fotografía. Interactuar con sus emociones… Una boda son emociones, pura y dura. Tener un punto periodístico y meter en el mismo frasco todas esas emociones del novio, de la novia, de la madre, de la prima… ¡y de todo el mundo! Y a mí eso es algo que me encanta, porque me encanta la gente.
Sin embargo hay un mercado muy saturado el de la fotografía para bodas… ¿Cómo consigues diferenciarte de la competencia?
Mi estilo marca la diferencia. Yo tengo algo muy claro y es que, al trabajar con las emociones, no pueden ser dos bodas iguales. Puedo tener un estilo determinado, un feed de color que, al fin y al cabo me caracteriza a mí. Pero es que en mis fotos hay una emoción, aparte de lo que es el punto de la boda, que es lo que otros fotógrafos no pueden llegar a conseguir. Precisamente porque no saben cómo jugar con las emociones. Cuando las emociones te gustan, te sientes cómoda, e incluso eres capaz de provocar que pasen cosas, es cuando tu fotografía tiene ese punto diferente. Somos muchos, demasiados… Eso es verdad, por suerte algunos destancan. ¡Gracias a Dios me ha tocado a mí! Y te podría decir que a veces es cuestión de suerte.
Bueno, también habrás trabajado un poquito, ¿no?
Trabajo duro, muy duro. Totalmente duro. Hay mucha gente trabajando duro, y llegan muy pocos. Pero eso pasa como con la música… ¡Como en todo! Quiero decir que todo el mundo no llega. Pero los que llegan, llegan por algo.
¿Qué ven de Rosa Garrido las parejas que acuden a ti?
Las parejas que vienen a mí siempre dicen que mis fotografías tienen una característica muy especial, y que se salen. Que se salen del cuadro, y no solamente por el tratamiento de la luz, ni de por cómo yo soy capaz de fotografiar, sino por la emoción. Yo pienso que al fin y al cabo es la emoción. Bien construida la imagen, bien cuadrada, con un buen punto de luz… Para mí la luz es muy importante, pero es por la emoción. La gente me dice que son muy diferentes, ¡ellos lo notan! Yo puedo ver 25 mil fotógrafos, que cada uno tenemos un estilo completamente distinto. Y si mañana me casara, a mí me costaría muchísimo trabajo elegir a un fotógrafo… Pero, no obstante, mis parejas siempre me dicen lo mismo.
¿Puedes contarnos alguna anécdota curiosa, de esas que no se olvidan…?
¡Tengo tantas! Pero, la boda de Marruecos, por ejemplo, que de hecho está publicada en mi web, estuve con la novia en una habitación más de 12 horas. Porque se cambió de traje yo no sé si fueron tres, cuatro, cinco, siete veces… Y cómo montan a la novia, cómo la visten, es como una virgen, cómo le van cosiendo las joyas al cuerpo, porque van cosidas a mano…

Qué chulo, ¿no?
¡Muy bonito! Eso fue una experiencia que es muy difícil vivirla porque, las que arreglan a la novia no es que sean maquilladores o peluqueras, son personas que la visten, le ponen las joyas. Es para ellos una tradición que no puede ver nadie, se hace a puerta cerrada. Y yo tuve la suerte de poder verlo.
12 horas, madre mía…
Sí, fue un viaje de tres días.
¿Te salió rentable?
Sí, por supuesto (risas), sí, sí… Y a nivel personal, ¡no te quiero ni contar! Es una experiencia que se te queda en el alma ya para siempre. Y cómo te tratan… Te están llevando de tu país al suyo, te van contando sus costumbres, y te van metiendo en su casa, en su vida… Sinceramente, es precioso.
¡Qué bueno! Ahora que ya te has internacionalizado, que te han dado un reconocidísimo premio a nivel mundial… ¿Qué otros proyectos futuros tienes en mente?
Pues es que no tengo tiempo ni de pensar en proyectos, porque yo siempre estoy haciendo cosas nuevas. Siempre, es que nunca estoy parada. El día que no hago fotos es muy raro… Es algo que siempre va conmigo. Mis proyectos para mí son seguir haciendo fotos. Al fin y al cabo, la fotografía es mi vida. Necesito hacer fotos todos los días, es como cuando necesitas ir al gimnasio para generar esa endorfina… Pues yo tengo la endorfina de la fotografía, lo necesito todos los días.

Y ya para terminar, ¿qué consejo le darías: por un lado, a los aficionadillos a la fotografía y; por otro lado, a quienes quieren dedicarse a ello profesionalmente?
A los aficionados, que empiecen a prepararse profesionalmente, y que metan el paquete de la emoción, que lo vivan con el alma. Porque cuando ellos lo sienten, lo siente el público. Y al que ya es profesional y se dedica a ello, que si le gusta la gente siga haciendo bodas; pero que si no le gusta la gente, tiene que reciclarse y probar otro tipo de fotografía… O que se venga conmigo a una boda, ¡y verá que nos lo pasamos bien!
Estoy completamente emocionada al leer tus palabras. Esa mañana que me llamaste iba andando a toda prisa por la calle como siempre porque mi vida es un “no parar”,y me regalaste el rato más agradable del día con tu simpatía y tu forma de sacarme la sonrisa con cada pregunta. Eres un encanto y estoy encantada de ver mis palabras reflejadas en tus escritos. Te doy las gracias de corazón por contar mi historia. Un placer enorme conocerte. Un abrazo enorme enorme ❤️❤️❤️❤️❤️
Gracias a ti, eres puro amor ❤️ Espero coincidir contigo algún día, en algún proyecto, más pronto que tarde!